La defensa de la trashumancia y un estudio para combatir la extinción de los anfibios fueron los protagonistas este martes en la ceremonia de entrega de Premios Fundación BBVA a la Conservación de la Biodiversidad, celebrada en su sede de Madrid.
La Asociación Trashumancia y Naturaleza, presidida por el naturalista Jesús Garzón, recibió de manos de Francisco González, presidente de la Fundación BBVA, el premio Actuaciones en Conservación de la Biodiversidad en España 2013. Según el acta del jurado, por contribuir "al mantenimiento de numerosos hábitats naturales que se degradarían o perderían sin el pastoreo".
En la categoría de Conservación de la Biodiversidad en Latinoamérica el ganador fue el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales de Panamá, por sus logros para paliar la extinción de los anfibios con "un proyecto pionero de gran solvencia científica que combina la preservación en cautividad y la investigación en campo y laboratorio, cuyos resultados podrán ser aplicados en otros lugares del planeta".
En Difusión del Conocimiento y Sensibilización en Conservación de la Biodiversidad el galardón recayó en el periodista ambiental de la SER, Javier Gregori, quien, según el jurado, "es uno de los profesionales de mayor impacto en el periodismo medioambiental", que "ha logrado combinar de manera ejemplar el rigor científico con la sensibilidad hacia los retos medioambientales".
Los Premios Fundación BBVA a la Conservación de la Biodiversidad, creados en 2004, reconocen a instituciones que desarrollan programas de conservación medioambiental en España y en América Latina, así como a comunicadores cuyo trabajo contribuye a proteger el patrimonio natural.
Francisco González resaltó la necesidad "urgente" de actuar para proteger la naturaleza aunando conocimiento y capacidad de actuar: "Nosotros compartimos la visión de que el conocimiento, la ciencia y la tecnología, son indispensables para avanzar hacia un futuro mejor, con una naturaleza más sana. Pero creemos que, además, es necesaria la voluntad de llevar a la práctica lo aprendido y el esfuerzo de buscar soluciones aquí y ahora para problemas concretos; es preciso combinar las soluciones a gran escala con otras orientadas a nuestro mundo local".
"Los grandes retos actuales demandan visiones ambiciosas, libres de prejuicios, capaces de ver y aplicar las soluciones allí donde estén: en la tradición, en los valores, en el avance tecnológico y, muy especialmente, en las sinergias entre todos esos elementos", dijo González. "Se puede contribuir a combatir el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el abandono de la vida rural con prácticas centenarias, apoyadas y potenciadas con la tecnología y los conocimientos del siglo XXI", concluyó.
Fuente: www.elmundo.es
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