¿Alguna vez te preguntaste por qué nos gusta tanto ir a la
naturaleza? ¿Qué hay detrás de todo esto que nos acerca como un imán?
Cuando se está en la naturaleza se produce una conexión
profunda, que nos transmite una sensación de bienestar, nos hace sentir
libertad y felicidad, al margen de todos los problemas cotidianos.
Hay varios motivos que nos mueven desde adentro, desde lo profundo,
como ese vínculo afectivo que nos conecta de una manera única, irresistible y
pasional como hijos de nuestra madre tierra. Pero también hay un fundamento
científico.
Experiencias que cambian tu vida.
¿Dormiste al aire libre con tu saco de dormir? Teniendo de
techo millones de estrellas y contemplar durante toda noche el pasar de
estrellas fugaces, cometas y la vía láctea ¿alguna vez lo hiciste?
¿Te mojaste con la lluvia? No hay nada más placentero que
nos empape la lluvia, mirando el cielo y recibiendo cada gota por nuestro
cuerpo, abrirte de brazos y relájate.
¿Alguna vez viste el amanecer en la playa? Saliendo el sol
desde el horizonte mientras se van
mezclado los colores de ese cuadro con el agua del mar, el golpe de las olas en
la orilla y esa brisa que nos cubre la cara, sin más que dejarse llevar.
Ascender una montaña y descubrir que eres solo una partícula
dentro de tanta inmensidad, trotar por el bosque, andar en bicicleta y
descansar en una vertiente de agua dulce para refrescarte la cara o beber de
una cascada mientras el olor a musgos y lavanda ambientan el lugar.
Ay! Me sube la dopamina!
Todas estas situaciones que nos transmiten sensaciones
únicas y placenteras, se deben al efecto que produce la dopamina; un
neurotransmisor encargado de varias funciones en los seres humanos, entre ellas
el movimiento, la memoria, los sistemas de recompensa (sensaciones
placenteras), el comportamiento y la cognición, la atención, regula el sueño,
el humor y el aprendizaje.
La dopamina fue sintetizada artificialmente por primera vez en 1910 por George Barger y James Ewens en los Laboratorios Wellcome en Londres, Inglaterra. Fue llamada Dopamina porque es una monoamina, y su precursor sintético es la 3,4-dihidroxifenilalanina (L-Dopa). En 1952, Arvid Carlsson y Nils-ÅkeHillarp, del Laboratorio de Farmacología Química del Instituto Nacional del Corazón en Suecia, pusieron de manifiesto su importante papel como neurotransmisor. Éste y otros logros en transducción de señales en el sistema nervioso le valieron a Carlsson el Premio Nobel en Fisiología o Medicina en 2000 al probar que la dopamina no es solo un precursor de la adrenalina y de la noradrenalina sino también un neurotransmisor. Además produce aumento del ritmo cardíaco y de la presión arterial.
Se considera a la dopamina el centro del placer, ya que
regula la motivación y el deseo y hace que repitamos conductas que nos
proporcionan beneficios o placer. Se libera tanto con estímulos agradables como
con desagradables, haciendo que nos aproximemos o consigamos más o que los
evitemos si el resultado es desagradable.
La generosidad de la naturaleza.
Cada salida, experiencia o vivencia que podamos desarrollar
en los diferentes escenarios de la naturaleza nos llevan a conectarnos
directamente con situaciones de placer y liberar dopamina en el cerebro. Por lo
tanto estas situaciones son imborrables e inolvidables para nuestra vida, lo
que con el tiempo nos hace tener un efecto de empatía, amor y pasión por la naturaleza. En otras palabras apego.
Por eso la próxima vez que estés en la naturaleza, siéntate
cómodo, contempla el lugar y captura la sensación de esa conexión, porque no
solo te llevarás la mejor vivencia, sino que dejará una marca en tu cuerpo que
perdure toda la vida!
Para Considerar:
Cuando te sientas agobiado, cansado y/o frustrado, sal a caminar, deja que te pegue el sol en la cara. Evita el estrés ya que el estrés disminuye los niveles de dopamina
Cuando te sientas agobiado, cansado y/o frustrado, sal a caminar, deja que te pegue el sol en la cara. Evita el estrés ya que el estrés disminuye los niveles de dopamina
.• Respeta los horarios de sueño
• Realiza ejercicios (no importa si es poco, moderado o mucho), hacer actividad física aumenta considerablemente los niveles de dopamina
• Practica meditación
• Abraza un árbol
• Toca la tierra, si puedes con los pies descalzos
• Mira el cielo, de día puedes ver las nubes, de noche descubrir que hay algo más allá de las estrellas
• Huele una flor, toca una planta
• Aliméntate sanamente
• Busca agua, un arroyo, cascada, vertiente, laguna y déjate llevar.
• Realiza ejercicios (no importa si es poco, moderado o mucho), hacer actividad física aumenta considerablemente los niveles de dopamina
• Practica meditación
• Abraza un árbol
• Toca la tierra, si puedes con los pies descalzos
• Mira el cielo, de día puedes ver las nubes, de noche descubrir que hay algo más allá de las estrellas
• Huele una flor, toca una planta
• Aliméntate sanamente
• Busca agua, un arroyo, cascada, vertiente, laguna y déjate llevar.
Cuando nuestro cuerpo no genera dopamina, puede traer como consecuencia: depresión, ansiedad, apatía, fatiga, cambios de humor, aburrimiento crónico, ¡se dice que se dice que nos falta “la alegría de vivir”!
Por el contrario, las actividades en la naturaleza
placenteras, como caminar descalzo sobre la arena en una cálida tarde de
verano, contribuyen a que nuestro cuerpo genere dopamina y por lo tanto, a
nuestro bienestar.
¡Ahora no hay más excusas! la mejor forma de cuidar la
naturaleza y por lo tanto cuidarte, es salir a disfrutarla.
Cuéntanos tus experiencias, salidas y que haces para conectarte y sentirte feliz! :)
Cuéntanos tus experiencias, salidas y que haces para conectarte y sentirte feliz! :)
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